La elaboración es muy sencilla porque solo tenemos que disponer los ingredientes en el plato de servicio y aderezar. Hay que hacerlo cuando se vaya a servir la ensalada porque el jamón y el queso se resecan si se prepara con antelación.
Las hojas verdes deben estar completamente secas para no deteriorar los fiambres. Quedan perfectas las que vienen en bolsas listas para consumir.
Una vez dispuestos todos los ingredientes en el plato de servicio aliñamos al momento de servir con un buen aceite de oliva, unas gotas de vinagre, sal fina y una dosis generosa de pimienta negra molida y chía. Servimos al momento.